Se trata de fruta fresca, con todas las características nutricionales que ello conlleva, por tanto sano. No incluye conservantes ni colorantes y además es fácil de consumir por su elevada practicidad de uso.
Requiere un mínimo procesado: pelado y/o cortado, descorazonado y en algunos casos, como la manzana o la pera, recibe un baño de antioxidante con ácido ascórbico (vitamina C), convirtiéndolo en un alimento funcional por el aporte extra de esta vitamina.
Propiedades: